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Sultán de Brunei

Sultán de Brunei

Satisfacción general entre los habitantes de Brunei

Los habitantes de Brunei, a pesar de las continuas disputas entre los miembros de la familia real, de alguna que otra crisis económica y de las diversas prohibiciones, están contentos con el sultán, en su mayoría. Viven en un país en el cual la familia real derrocha sin cesar el dinero de la nación. Lo que puede molestar a algunos habitantes, ya que estos ingresos provenientes del petróleo se podrían emplear en cosas más útiles y no en caprichos y demás gastos innecesarios. Uno de estos es la creación de un parque de entretenimiento y diversión. Este es un regalo, cortesía del sultán de Brunei, donde no está prohibido el alcohol, a diferencia del resto del país. Es una excepción, por lo que los ciudadanos se sienten “compensados”.
Aunque el gobierno de Brunei reciba muchas quejas por su mala administración, ya que se asegura que la riqueza en que viven envueltos no será eterna, es cierto que los habitantes están muy “bien cuidados”. Nadie paga impuestos, la seguridad social es gratis, la gasolina es muy barata, etc. Y todo gracias al petróleo que extraen de este país. Ante tal situación, los ciudadanos se muestran satisfechos, aunque son conscientes de que nada dura para siempre. Y, por otro lado, se quejan de los derroches que realiza el gobierno.
En fin, que mientras todo vaya bien y los habitantes tengan algún que otro privilegio, no habrán quejas públicas. Estas solo serán a través de otros medios, como puede ser Internet, o a través de la difusión de rumores que se cuentan entre las familias y amigos.

¿En qué gasta el dinero el sultán?

¿En qué gasta el dinero el sultán? El sultán de Brunei heredó de su padre una fortuna personal estimada en 40 mil millones de dólares, que lo colocaron a la cabeza de la lista de la gente más rica del mundo. Pero la pregunta es, ¿dónde puede estar todo éste dinero teniendo en cuenta que es la cantidad equivalente a la renta anual entera de 120 millones de personas que viven en Bangladesh?
Bien, una parte importante fue destinada al palacio del Sultán, el Monstrosity que cuenta con 1.788 habitáculos y es más grande que el Vaticano, en un país minúsculo con apenas 300.000 habitantes. Cuando la hija del Sultán cumplió los 18 años, él le compró un Airbus. Para él prefiere su propio jet enorme, diseñado originalmente para llevar a unas 400 personas.
La habilidad en extravagancia también ha sido adquirida por su hermano, el Príncipe Jefri www.club.telepolis.com. Oyendo hablar de Disneyland, él decidía construir el patio del parque de Jerudong en el capital, Bandar-Seri Begawan, un coste de mil millones de dólares. Una de las noticias más sonadas de éste príncipe fue su crack económico cuando se arruinó y se vio obligado a subastar todos sus bienes. www.hola.com/famosos/2001/08/17/subasta_brunei
No obstante, con la ayuda de su hermano, el Sultán de Brunei, los hermanos Bolkiah continúan siendo poseedores de importantes pertenencias de interés mundial como el hotel de Dorchester de Londres, el palacio de Nueva Cork y la plaza Athenee en París. Después de la independencia del Sultán con Gran Bretaña en 1984 se compró 2.000 limusinas de lujo y regaló a sus clientes más importantes del mundo con coches Rolls Royce, lujosos vehículos de su pertenencia.
En los últimos años el Sultán de Brunei ha sido noticia por estar presente en algunos acontecimientos de gran envergadura. Primero fue la convocatoria al Parlamento después de 40 años de monarquía absoluta, lo que creó revuelo y, ahora, tras haberse convertido en el primer jefe de Estado extranjero en visitar la provincia indonesia de Ache, la región más afectada por la tragedia del Tsunami el 26 de diciembre, firmó el martes pasado un acuerdo de paz con Australia.